Review of 'El Centro de Cálculo de la Universidad de Madrid' on 'Goodreads'
4 stars
No suelo comentar aquí trabajos académicos como este, pero me voy a saltar la regla.
El CCUM formó parte de una campaña de IBM para introducirse en países donde tenía poco mercado, a base de firmar convenios con universidades para imaginar usos a los superordenadores de la época (1968). La singularidad del Centro de Cálculo fue su enfoque abierto a las humanidades, que si bien no fue excepcional, sí consiguió situar la experiencia al mismo nivel que otros centros pioneros. Por eso cuando se mencionan los orígenes del arte digital, aparecen nombres españoles (Barbadillo, Asíns, Sempere, Alexanco...) en época simultánea a la de los pioneros internacionales.
El origen y desarrollo de los seminarios del Centro se registra con detalle, y se analiza cómo el ordenador más que una herramienta técnica constituyó un tótem que permitió un cambio de paradigma en el enfoque creativo.
Para interesados en el asunto.